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El homenaje a un grande, Armando D’Arminio

En plena vorágine del Dakar, la noticia pasó desapercibida. El martes 5 de enero, a la edad de 84 años, falleció Armando D’Arminio, todo un referente del motociclismo argentino de la primera época. D’Arminio fue uno de los pioneros de las carreras de velocidad en nuestro país. Arrancó su profesión en la adolescencia cuando pudo adquirir su primera motocicleta, una Ducati Cucciolo con la cual demostró gran talento. Años más tarde, obtuvo un permiso de importación que le permitió obtener una MV Agusta 125. Con esta moto ganó muchas carreras.

Luego comenzó su vinculo con Juan Zanella, a mediados de los años ‘50, ayudando a armar motos de carrera: las primeras Ceccato 4T que entraban al país para utilizar en el velódromo. D’Arminio corrió profesionalmente desde 1948 hasta 1960. Fue campeón Argentino de 125 cc en los años 1958, 1959 y 1960, mientras que en 100 cc lo hizo en 1959 y 1960.

Motomax Sitio Web les ofrece Con Zanella tuvo un gran vínculo no sólo en el montaje de motos sino también en el desarrollo de motores para competición, tanto para karting como para motos. También diseñó varios ciclomotores. Actualmente se encontraba en su taller diseñando una moto eléctrica para ciudad, en un proyecto se encuentra casi finalizado.

“La moto es mi pasión, nunca hice otra cosa. No se jugar al fútbol, no se nada. Sólo andar en moto y meterme con las motos, oír su sonido y sacarle 5 km/h más, si puedo… Mi medicina es el trabajo”, decía siempre Armando.

Sin dudas, Armando D’Arminio, fue un grande entre los grandes. Que en paz descanse.